domingo, 20 de febrero de 2011


¿FALTA DE NORMAS O HIPERACTIVIDAD EN NIÑOS DE 2 A 6 AÑOS?

JANNETH NIETO RODRIGUEZ
PSICOLOGA



El término de moda utilizado por padres, educadores y profesionales de la salud para referirse a un niño (a) malcriado, rebelde, inquieto es HIPERACTIVO. Se rotula a este menor de edad, y toda conducta que manifieste se justifica con este trastorno. La hiperactividad es un Trastorno por déficit de Atención, pero no obedece a simplemente a la falta de normas o de disciplina. Antes de señalar a un niño (a) con este trastorno debemos descartar a profundidad, si no se trata de falta de normas, permisividad de los padres en la disciplina; para esto debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:

1) Estilo de crianza de los padres (Tomado de la Revista Red del buen trato Localidad Santafé, 2003):
TIPO DE PADRES CARACTERISTICAS HIJOS QUE ESTAN FORMANDO
Indiferente Son padres que dan poco afecto y disciplina a sus hijos -Niños inseguros
-Carentes de normas de disciplina
-Con problemas de comunicación o interacción social
-con dificultad en la expresión de sentimientos
-Con dificultad para organizar y planear su proyecto de vida

Autoritario Padres que basan la educación en la disciplina excesiva y no manifiestan afecto por considerarlo contrario a la disciplina. -Niños inseguros
-Niños rebeldes y agresivos
-Con dificultad para resolver conflictos de una manera pacífica
-Con dificultad para expresar y recibir afecto
-con problemas de comunicación asertiva
-Niños rígidos en su forma de pensar
-Con intentos de huir del hogar
Permisivo Son padres que descuidan la disciplina pero que son muy amorosos y comprensivos con sus hijos. -Niños muy creativos y con buenas habilidades sociales y comunicativas
-Con dificultad en el seguimiento de normas
-Con problema para planificar su vida a corto, mediano y largo plazo
Democrático -Padres que encontraron punto de equilibrio ante la disciplina y el afecto.
-Tienen un control estricto pero no arbitrario de la conducta de sus hijos
-Ponen en práctica la conciliación en los problemas familiares
-El dialogo es el elemento principal en las relaciones familiares -Niños seguros, con mucha confianza en sí mismos
-Con facilidad para solucionar sus conflictos y comunicarse con los demás de una manera asertiva
-Colaboradores en la familia y en otros contextos en los que participa

Tomemos en cuenta primero los estilos indiferente y permisivo que están relacionados con las normas. Al estar los niños criados por padres que descuidan la disciplina, generan un déficit en las “conductas gobernadas por reglas” elementos que hacen parte del repertorio de la hiperactividad. Sin embargo si prevenimos a tiempo este estilo de crianza podemos hacer que el menor de edad no llegue a ser hiperactivo. El problema consiste en rotularlo como hiperactivo cuando todavía no lo es, ni cumple con todos los criterios, la rebeldía y falta de normas solo es uno entre varios síntomas.
Al ser criados sin normas, disciplina, se forman seres desbocados, sin límites, sin criterio para tomar decisiones. No hay un moldeamiento serio de la personalidad, que conlleva a problemas de conducta: testarudez o terquedad, conducta desafiante, rechazo a las ordenes, rabietas, agresividad verbal, pataletas, y hacen lo que ellos quieran. Y un niño con estas características solamente es un niño (a) malcriado no hiperactivo.
Se ha generalizado la errónea rotulación a niños de 2 a 6 años de hiperactivos, por manifestar el querer jugar, buscar nuevos juguetes o formas de distraerse, de inventar actividades, aburrirse al estar sentado en una reunión de adultos por más de una hora, entre otros, los cuales son parte del repertorio de un niño normal a esa edad. Hay que establecer si el problema de algunos niños es de distractibilidad o más bien de incapacidad para mantener la atención. Ese niño que se aburre en una reunión de adultos, y busca distraerse con cosas que le gusten ¿se aburrirá igualmente al estar viendo una obra de títeres o una película de muñequitos? ¿Pasará una hora y seguirá en el mismo lugar entretenido? Si es así no tiene nada de hiperactividad. Hay niños que se distraen fácilmente, pero no son impulsivos, no presentan problemas de autocontrol y de sobreactividad, características de la hiperactividad. Hay niños impulsivos que no presentan conductas ni criterios clínicos propios de la hiperactividad.
Se olvida la edad cronológica y mental de los menores en la primera infancia, no son adultos, por lo tanto no se comportan como tal. Describo a continuación las conductas esperadas que hacen los niños a esa edad:
La etapa preescolar es un periodo sensitivo para el aprendizaje y en la misma se forman los rasgos del carácter que determinan la personalidad del individuo. Las experiencias cognitivas y motrices de que se apropia el niño(a) en estas edades, si además están acompañadas por la afectividad que este necesita: cariño, buen trato, atención etc., garantizan el desarrollo armónico e integral como máxima aspiración de la educación.
Los niños y las niñas entre los 5 y 6 años dominan todos los tipos de acciones motrices, por tal motivo tratan de realizar cualquier tarea motriz sin considerar sus posibilidades reales: trepan obstáculos a mayor altura, se deslizan por pendientes elevadas, les gusta mantenerse en equilibrio pasando por superficies altas y estrechas, saltan desde alturas, etc.
Comienzan a diferenciar los más diversos tipos de movimientos, a combinar unas acciones con otras: correr y saltar un obstáculo, correr y golpear pelotas, conducir objetos por diferentes planos, lanzar y atrapar objetos, etc. Demuestran gran interés por los resultados de sus acciones y se observa un marcado deseo de realizarlas correctamente, aunque no es objetivo de la enseñanza en esta edad que los resultados se logren de forma inmediata y mucho menos que siempre alcancen el éxito, pues los logros se van obteniendo en la medida que el niño(a) se adapta a las nuevas situaciones motrices y va adquiriendo la experiencia motriz necesaria para ir regulando sus movimientos. http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 49 - Junio de 2002.
En el caso del estilo autoritario, es un factor predisponente para la hiperactividad, por ser un estilo educativo muy crítico y directivo especialmente de las madres durante la primera infancia (0 a 6 años). Convive el niño en un núcleo familiar conflictivo, donde hay conductas coercitivas, temperamento agresivo y situaciones de hostilidad. Sin embargo el caso de niños hiperactivos es un problema neurológico o cognitivo, no a un núcleo familiar conflictivo, para ser diagnosticados con trastorno por déficit de atención deben presentar problemas atencionales, de impulsividad, de autocontrol y de sobreactividad. Esto lo veremos descrito en el segundo aspecto a tener en cuenta.
2) Elementos que conforman el trastorno por déficit de atención:
Los criterios diagnósticos: Son iguales en las dos clasificaciones DSM–IV TR (1) y CIE–10 (criterios de investigación) (2) Ambas piden una duración de síntomas mayor de 6 meses. Tener en cuenta el nivel de maduración y de desarrollo. La edad de comienzo menor de 7 años. Generalización de los síntomas (varios contextos). Y deterioro clínicamente significativo.
A1. Seis o más de los siguientes síntomas de
Falta de atención han persistido al menos durante seis meses con una intensidad que
impide la adaptación y que no es acorde con el nivel de maduración y desarrollo.
Desatención
(a) A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por descuido en las tareas o en actividades.
(b) A menudo tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas.
(c) A menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
(d) A menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, u obligaciones (no se debe a comportamiento negativista o a incapacidad para comprender instrucciones).
(e) A menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades
(f) A menudo evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos)
(g) A menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (p. ej. juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros,…)
(h) A menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes.
(i) A menudo es olvidadizo en las actividades diarias
.
A2. Seis o más de los siguientes síntomas de
hiperactividad e impulsividad han persistido al menos durante seis meses con una intensidad que impide la adaptación y que no es acorde con el nivel de maduración y desarrollo.

Hiperactividad

(a) A menudo mueve en exceso manos o pies, se remueve en su asiento.
(b) A menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se espera que permanezca sentado.
(c) A menudo corre, salta o trepa excesivamente en situaciones inapropiadas (en adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud).
(d) A menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio.
(e) A menudo “está en marcha” o suele actuar como si tuviera un motor.
(f) A menudo habla en exceso.( En la CIE10incluido en impulsividad)


Impulsividad
(g)A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas.
(h) A menudo tiene dificultades para guardar turno.
(i) A menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (p. ej. se entromete en conversaciones o juegos).
B. Algunos síntomas de hiperactividad–impulsividad o desatención que causaban alteraciones estaban presentes antes de los 7 años de edad.
C. Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o más ambientes (p. ej., en la escuela [o en el trabajo] y en casa).
D. Deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral.
E. Los síntomas no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno
generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico, y no se
explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (p. ej., trastorno del estado
de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo o un trastorno de la personalidad).


3) Falta de atención y sobreactividad:
En la edad preescolar la falta de atención y la sobreactividad no son indicativas por sí solas de la hiperactividad. Acordémonos que los niños de 2 a 6 años son ágiles, con mucha energía, sienten curiosidad por el entorno, quieren jugar todo el tiempo, no se cansan fácilmente. En las primeras edades hay que prestar atención a múltiples conductas relacionadas con un exceso de agitación o de “bullicio”, siempre cambiando de actividad sin un momento de descanso, muy dado a pequeños accidentes domésticos y con problemas ante tareas que exijan un mínimo de atención o habilidad motora. Por otra parte, los padres y educadores, se expresan en cuanto al niño (a): “no me hace caso”, “hace lo que quiere”, “es muy consentido”, “solo lo hace cuando le doy algo”, “es muy cansón”, “no me pone atención por estar jugando”, y eso hay que diferenciarlo de la hiperactividad, y establecer que es el resultado de la falta de normas, de disciplina, de autoridad, no por la incapacidad del niños de controlar su motricidad.
En la edad escolar se presentan en problemas de estar sentado, atiendan a obedecer, controlar conductas motoras e impulsivas cooperar, organizar las acciones y seguir instrucciones, el niño hiperactivo presenta problemas académicos en lectoescritura y cálculo, fracaso escolar.
4) Se presenta en dos o más ambientes:
Debe presentar generalización de los síntomas (varios contextos). Y deterioro clínicamente significativo. No solamente manifestarlo en la casa o en el colegio, sino en la mayoría de espacios en donde interactúa el menor de edad.